Proposiciones indecorosas Los panistas pretenden aprobar privatizaciones que antes rechazaron Hacen planes a largo plazo con Pemex, cuando su vida es corta Primero la reelección de alcaldes, hasta llegar a la presidencial Los Grandes Días del 2007 Manuel Mejido El largo fin de semana que terminó ayer, dejó sobre el tapete de las discusiones, temas escabrosos y peligrosos, porque se ponen en grave riesgo la soberanía energética de la Nación y la no reelección. Un grupo de legisladores panistas se reunieron en Valle de Bravo, el sábado y domingo pasado, para establecer sus planes como grupo parlamentario, mientras otros se paseaban, a cuentan del pueblo, por Yucatán. Con proyectos muy claros desde hace años, impulsados por la Casa Blanca y sus diferentes organismos, contemplan la apertura de Pemex, Comisión Federal de Electricidad y Luz y Fuerza del Centro, a la inversión privada, nacional y extranjera, y en una declaración de perogrullo, Santiago Creel, pastor de los senadores blanquiazules, negó enfáticamente que se intente privatizar los energéticos nacionales. Si se aceptan en Pemex la inversión privada, es privatizarlo, al cincuenta, al sesenta o al cien por ciento, pero eso es una privatización disfrazada. Desde su primera gira por Europa, el panista Vicente Fox fue a ofrecer los energéticos mexicanos a los inversionistas del Viejo Continente. Ahora, con más celeridad que Fox, el presidente Felipe Calderón hizo lo mismo, sin contar aún con la aprobación del Congreso. Durante los seis años de Fox, no se logró enajenar los bienes nacionales. Los intentos del actual gobierno, posiblemente, vayan a estrellarse con la muralla nacionalista, que aún persiste, por fortuna, entre los legisladores de la oposición. Aunque, Francisco Labastida Ochoa, presidente de la comisión de Energía del Senado, anteayer hizo unas declaraciones que se espera sean a título personal y no a nombre del PRI, en las cuales dijo que "tenemos que permitir alianzas con empresas internacionales de capital público, entre otros grandes consorcios que cuentan con tecnología para que México explore yacimientos..." Eso, es privatizar. Por si todavía no se ha enterado el senador priísta, Labastida Ochoa, México sólo tiene reservas probadas de petróleo para nueve años. Esa es una realidad, para que ya dejen de tratar de vender lo poco que queda y piensen en reducir la extracción de crudo a la mitad, para alargar su duración y permitir que el país se prepare para pasar de exportador a importador. En Yucatán, los panistas, que parecen no solo desconocer la historia, sino la geografía y hasta el folklore nacional, se pasaron por encima de la Constitución y publicitaron sus insanas intenciones de que se permita la reelección de presidentes municipales, con modificaciones al artículo 115 de la Carta Magna. Después vendría la presidencial. Los panistas, ensoberbecidos porque van a su segundo período presidencial (y por lo visto pretenden quedarse 70 años en Los Pinos), impulsan ahora reformas que antes reprobaban y atacaban. Cambiaron de piel y de intereses con la velocidad de la rapiña. En 1997, el entonces presidente Ernesto Zedillo, envió al Congreso una serie de reformas constitucionales en materia energética. Los panistas las rechazaron y dijeron que nunca permitirían la privatización de Pemex, CFE y Luz y Fuerza. La presidencia, que regaló Zedillo a Fox, cambió de opinión a los panistas. Su discurso derechista se endureció y se envileció, porque están tratando de privatizar lo que antes era para ellos, cuestión de nacionalismo y patriotismo. No querían dejar que los priístas se robaran el petróleo asociados con las transnacionales estadounidenses. Hoy pretenden hacerlo en su beneficio, como ocurrió en el sexenio pasado, con la Ley Televisa y la concesión impúdica de nuevos bancos y de 460 casas de juego. Lo que el país requiere es una reforma integral del Estado, no más parches, enmiendas y adhesiones a la Constitución, que hasta el momento ha sufrido más de 400 modificaciones. El proyecto de reforma del Estado, presentado por los priístas el 14 de noviembre pasado, incluye la discusión sobre el régimen de Estado y de gobierno; democracia y sistema electoral; federalismo; reforma del poder judicial; reforma hacendaria y garantías sociales. La reforma ya está consensada entre los tres grandes partidos políticos. Sólo falta que se discuta en el pleno antes del 28 de este mes. La inexperiencia de los panistas en el Gobierno, es evidente, porque hasta ahora siguen las mismas simulaciones foxistas, los palos de ciego, los dicharachos y algunos chistoretes. Eso no es el camino de México. [+/-] muestra/oculta esta entrada

Por : trueeyes