Opinión y editoriales
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¿Siameses de México? "La Tribuna Hispana" Monday, September 25, 2006 20:43 Isaac Bigio La crisis de la antigua Siam [hoy Tailandia] es bueno estudiarla para ver qué puede pasar en México. Desde que en el 2005 el oficialista partido Tailandeses Aman a Tailandia se reeligió, la oposición ha denunciado fraude. Para contrarrestar ello, el primer ministro Thaksin [electo en el 2001 y en el 2005] volvió a convocar a elecciones para abril 2006, las mismas que fueron boicoteadas por los tres mayores partidos y que fueron anuladas por la corte electoral, quien llamó a nuevos comicios para este octubre. Thaksin se vio obligado a decir que dejaría el Premierato cuando se instale el nuevo Parlamento. Al igual que en México, la oposición denuncia fraude y es fuerte en la capital, a la cual estremece con constantes movilizaciones. Sin embargo, en Tailandia la crisis es más aguda, pues es toda la oposición la que denuncia fraude [mientras que en México sólo López no reconoce el triunfo de Calderon, cosa que sí han aceptado otros opositores, incluyendo el fundador del PRD: Cárdenas], y este es un reino con tradiciones golpistas que el 19 de setiembre conduce a un cuartelazo. México es una república tradicionalmente estable donde desde 1934 todo presidente ha sido electo por un sexenio, el cual ha cumplido plenamente. México no tiene rey ni tradiciones golpistas, sin embargo es el país latinoamericano que ha tenido la más prolongada y sangrienta revolución. Un golpismo a lo tailandés no se ve como opción inminente. El oficialismo necesita, antes de dar paso a una solución más extrema, agotar la vía de querer dividir, desmoralizar y aislar al lopizmo. Un prolongamiento del impasse podría conducir a adelantar elecciones. Sin embargo, si la crisis no se atempera hay el riesgo de que la pugna Calderón-López Obrador vaya caldeando los ánimos y haciendo que México salga de su "prolongada estabilidad" para volver a caer en una guerra civil, como la que se inició hace más de ocho décadas. Chile a la CAN Chile regresa a la Comunidad Andina de Naciones tras 30 años de haberse retirado de ésta. En 1976, Pinochet no podía compatibilizar mantener los aranceles comunes de la CAN con su estrategia pro libre comercio global. Hoy los dos principales países de la CAN [Perú y Colombia] están suscribiendo sendos TLC con EEUU y Venezuela se retira diciendo que se está "traicionando" su naturaleza proteccionista. García es uno de los artífices del giro chileno. Así quiere evitar que la CAN se disgregue y mantenerla para poder negociar con la Unión Europea y otros bloques. García y Bachelet hacen una dupla socialdemócrata pro libre mercado para contrapesar al eje "zurdo" Venezuela-Cuba-Bolivia. Uribe quisiera fusionar a la CAN con México y Centroamérica, quienes han firmado respectivos TLC con Washington. Así Latinoamérica se fragmentaría entre los "pacíficos" pro globalización y los "atlánticos" pro bloque regional autónomo. Ojo, la CAN sigue teniendo cuatro miembros plenos y Chile sólo entra como miembro asociado, estatus que dentro de la CAN lo tienen todos los países fundadores del Mercosur [Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay]. ----------------> Precisiones en torno a la postura del Ing. Fidencio Lic. Arturo Fernández Ramírez "El Sur" Sayula, Jalisco (Horizontes).- Reconociendo expresamente la gran diferencia en la forma de plasmar dentro del ejercicio de la libertad de expresión un punto de vista personal, aportando elementos que permiten entrar a un debate de altura sin descalificaciones personales y sin caer en el burdo juego de los dimes y diretes, tal y como lo hace el Ingeniero Fidencio Alvarado Madrueño en su columna editada en el Tzaulán del pasado 22 de Septiembre, diametralmente opuesta a la manera en que otros articulistas de ese mismo semanario suelen ejercer su derecho a la libre expresión en donde sus frustraciones internas y su nostalgia por el pasado son el móvil de sus "opiniones". Reconociendo también que en las veces que he tenido la oportunidad de tratar con el Ingeniero Fidencio Alvarado Madrueño ha generado una buena impresión y respeto de su persona y que desde luego el que ahora haga de mi parte algunas precisiones en torno a su escrito antes mencionado, en nada cambia la impresión y respeto que tengo hacia él, por lo que refrendo mis respetos para el Ingeniero Fidencio. Reconociendo también que aunque el mismo Ingeniero Fidencio hace una invitación a que hagamos comentarios a su columna a través del correo electrónico que nos proporciona, de mi parte consideré hacerle esos comentarios en forma pública al margen de que también lo pueda hacer a través de la red. Hechas estas aclaraciones, paso ahora sí a hacer algunas presiones en torno a sus comentarios. Para empezar no estoy de acuerdo en que se considere que López Obrador sea el culpable de haber traído "a estos tiempos otra vez la polarización tan indeseable de la Sociedad". El hecho de que López Obrador encabece un movimiento post electoral en el que aglutine a millones de seguidores, es una consecuencia de todo lo que el Gobierno Federal y muchos empresarios hicieron en el pasado proceso electoral: intervenir ilegalmente en la elecciones en contra de López Obrador (esto se reconoce expresamente en la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que validó la elección presidencial) para a la postre imponer mediante el fraude a quien no obtuvo la mayoría de votos. Entonces, el origen del problema post electoral está en esta ilícita intervención del Gobierno Federal (léase Fox y Camarilla) y de muchos empresarios privilegiados por el poder que actuaron en contra de López Obrador y con su actuación hicieron una contienda inequitativa, vulnerándose así para empezar un principio rector de todo proceso democrático como lo es la equidad, vulnerándose así la limpieza y el respeto al voto ciudadano. Desde esta óptica, el movimiento de López Obrador es una reacción, es una consecuencia a este cochinero que se dio en el proceso electoral que culminó con la declaratoria de presidente electo a favor de quien no obtuvo la mayoría de los sufragios. Por esos motivos, estoy en desacuerdo con el Ingeniero Fidencio en señalar que López Obrador sea el culpable de la polarización que vive actualmente nuestra sociedad, hay que indagar en el fondo de las causas y creo que no hay mucho que pensar para saber quienes son los verdaderos culpables de esta polarización y no dejarnos llevar por las campañas mediáticas de desprestigio que desde las cúpulas del poder fraguan contra los que no son afines a sus proyectos. Respecto a la pregunta que se hace el Ingeniero Fidencio después de hacer una narración histórica de lo que para él han sido los movimientos de izquierda y de derecha, sobre "si tiene algún objeto, si se saca algo de provecho, el distraer el esfuerzo físico, mental y económico (porque los mítines también cuestan, hasta el traslado al D. F.) cuando nos desgastamos entre los sayulenses defendiendo una y otra bandera ideológica". Considero firmemente que no solo se saca provecho sino que hasta es necesario debatir (no descalificar) en torno a las posturas ideológicas, en torno a las banderas ideológicas que hay en el ámbito estatal, nacional y hasta internacional, porque son justamente estas banderas, estas ideologías las que motivan, las que generan los acontecimientos que a nivel estatal, nacional e internacionalmente suceden. Y a todos nos queda claro que Sayula, así sea el último escalón de las estructuras políticas, no es un lugar aislado, no es un lugar en el que no repercutan los movimientos y acontecimientos de los otros escalones de las estructuras políticas; y si Sayula, (como cualquier otro lugar o municipio) nunca ha estado aislado, hoy en día menos lo está ni lo podrá estar porque la tecnología arrastra a todos los lugares al llamado mundo globalizado en el que lo que sucede en un lugar lejano repercute de inmediato en muchos otros lugares y si no que nos digan los economistas porqué las crisis de otros Países nos afectan, que nos digan porqué nos interesa la política de Estados Unidos, etc. Por eso no estoy de acuerdo en que a pesar de que Sayula sea el último escalón dejemos de interesarnos en los asuntos estatales, nacionales e internacionales. En lo que estoy de acuerdo es en evitar desgastes innecesarios, peleas estériles, antagonismos infructuosos y pugnas facciosas motivadas por la sola ambición al poder. También estoy de acuerdo en que mas allá de unas siglas partidistas, está la calidad humana y que en todo caso cada uno de nosotros respondemos de nuestros propios actos con independencia de que actuemos a título personal o en nombre de una institución. Sin embargo, no podemos soslayar la institucionalidad abstracta que caracteriza a todo ente jurídico y los partidos y organizaciones políticas son precisamente entes jurídicos que se distinguen de su doctrina, de sus principios, de su ideología, de su actuar. Finalmente, en el caso del conflicto post electoral el manifestar un total desacuerdo con el cochinero que se dio en la contienda electoral (insisto, cochinero reconocido por las propias autoridades electorales aunque estas lo matizan con palabras como "irregularidades" o "ilegalidades"), el manifestar un total desacuerdo con el fraude perpetrado por el Gobierno Federal, séquito y la camarilla de empresarios privilegiados; considero que no es ni puede considerarse fanatismo, sino solo el fijamiento y precisión de un postura, sino solo actuar con dignidad y decoro, mas allá de partidos, mas allá de candidatos. [+/-] muestra/oculta esta entrada |