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Desfiladero Jaime Avilés "La Jornada" La hora del pueblo
Los pejeviejitos siguen firmes en el plantón del Zócalo de la ciudad de México, que exige el recuento de todos los votos de la elección presidencial, y en apoyo al candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador Foto Carlos Ramos Mamahua Apesar de la mordaza que los medios electrónicos le han colocado para que nadie lo oiga y la gente sencilla piense que está loco y debe ser reprimido por el bien del país, Andrés Manuel López Obrador logró, esta semana, hablar con un enviado especial de Le Monde y ser entrevistado ayer, durante 90 minutos y sin cortes comerciales, por Jacobo Zabludovsky, en el programa De una a tres. Al periodista del rotativo francés le adelantó que, el sábado 16 de septiembre, la Convención Nacional Democrática (CND) podría proclamarlo presidente de la República si el tribunal electoral declarara ganador de la contienda a Felipe Calderón. A Zabludovsky, amablemente, le explicó cómo ocurriría eso. "En el Zócalo estarán los representantes de los 56 pueblos indios del país y las personas de la tercera edad. Y las delegaciones de los estados estarán distribuidas en las calles del centro de la ciudad (donde) vamos a poner pantallas para que todo el mundo pueda estar al tanto de los debates", afirmó en respuesta a una pregunta acerca de cómo se acomodarían un millón de personas en el Zócalo, Madero y Reforma el día en que supuestamente va también a celebrarse el tradicional desfile militar. López Obrador utilizó por primera vez, públicamente, la expresión "golpe de Estado" para referirse a la imposición del candidato panista que está impulsando Vicente Fox, a quien volvió a tachar de "traidor a la democracia", y se quejó de los medios electrónicos que organizan mesas redondas en las que hablan hasta seis locutores, todos contra él, pero ninguno informa al público lo que está sucediendo. Después de reiterar que no convocará al pueblo a "tomar los medios de comunicación, eso no lo voy a hacer nunca", porque, reiteró, "soy un demócrata", olvidó referirse a los levantacejas electrónicos que jamás han pisado el plantón para hablar con la gente que vive en los campamentos, pero declaman que el movimiento se está "desfondando" y no se sonrojan de vergüenza cuando alguien les dice que mientras ellos "analizan" a los que resisten, éstos aguantan el granizo, temblando de frío y gritando de furia bajo un trozo de plástico en el Zócalo. Héroes o crápulas De manera imperceptible, la lucha contra el fraude electoral se ha convertido, al mismo tiempo, en una batalla contra los poderes que nos gobiernan sin haber sido electos ni haberse sometido de ninguna manera al control democrático de la sociedad, a la que pretenden mangonear indefinidamente sin que la gente les pase la factura ni les haga pagar las consecuencias. Si lo que está naciendo en México es, como dicen los que saben, una nueva revolución -ahora civilizada y pacífica-, ésta no se olvidará de esa televisión golpista que hasta la fecha, por ejemplo, se ha negado a difundir, y ni siquiera ha mencionado que existen, los 23 videos proporcionados por la coalición Por el Bien de Todos en que se muestran paquetes electorales violados, sobres oficiales desgarrados a mansalva o sustituidos con papel estraza como si en vez de votos contuvieran tacos de canasta; boletas en favor de Calderón que fueron contabilizadas como buenas pese a que no tienen huellas de haber sido dobladas para que alguien las metiera por la ranura de la urna, o votos para López Obrador que fueron anulados porque tenían raspada una orillita, así como bodegas distritales sin sellos oficiales en las puertas y tantas y tan escandalosas e indignantes evidencias más de fraude masivo y sistemático. Esta es quizá la última o, en caso extremo, la penúltima entrega de Desfiladero que La Jornada publicará antes que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) comuniquen al país cómo van a pasar a la historia: si como héroes civiles o como crápulas. La gente de a pie no espera ya nada de ellos. Fox, se dice, ya les ofreció chamba en la Suprema Corte y los empresarios ya los compraron -si no a los siete, por lo menos a cuatro, porque no necesitan a más- para que por mayoría simple (la mitad más uno) declaren ganador a Calderón. Sin embargo, con todo respeto para la cultura popular que nunca se equivoca, las cosas no son tan sencillas como parecen. Los magistrados, por supuesto, pueden ignorar la descarada pero sobre todo ilegal participación de Fox y de muchos distinguidos hombres de negocios en la campaña de odio contra López Obrador. También pueden cerrar los ojos ante el alud de recursos públicos que el "gobierno" federal derrochó sin límites en apoyo a la estrategia de compra y coacción de votos para el candidato panista. Pueden desechar por "notoriamente improcedentes" (aunque no lo sean) las denuncias que les fueron presentadas sobre los vínculos de complicidad entre el Instituto Federal Electoral (IFE), el gigante informático Hildebrando, la Secretaría de Desarrollo Social y los programas Procampo y Oportunidades, etcétera. Lo que no pueden hacer los señores magistrados es fingir demencia ante los números y las actas circunstanciadas que produjo el recuento de votos, ordenado por ellos, en 11 mil 800 casillas de 149 distritos electorales del país. En esa muestra, hay que repetirlo, encontraron más votos que votantes en poco menos de 4 mil casillas (33 por ciento), y menos votos que votantes en poco más de 3 mil 500 casillas (31), de lo cual concluyeron que en 7 mil 523 casillas (64 por ciento) de un total de 11 mil 800 sobran o faltan más de 119 mil votos, y allí no termina sino apenas empiezan los problemas de los magistrados. Hasta ahora, al dictaminar procesos electorales anteriores, siempre anularon las casillas donde había votos de más. En este caso, si dieran de baja las casi 4 mil casillas donde aparecieron votos de más (siempre, casualmente, para Calderón), eliminarían alrededor de un millón 600 mil votos, a razón de 400 votos por casilla en promedio. Pero si obraran de igual modo con las más de 3 mil 500 casillas donde hallaron menos votos (que eran, también casualmente, para López Obrador), estarían sacando del juego otro millón 700 mil votos, con lo que dejarían sin efecto 3 millones 300 mil votos, cuya ausencia alteraría sin duda muy significativamente el resultado final del IFE de sólo dos modos posibles. Uno, reduciendo a su mínima expresión la "ventaja" de 240 mil votos que el IFE asignó a Calderón o, dos, colocando encima de éste a López Obrador y entregándole la constancia de mayoría. En el primer caso, si los magistrados no tomaran en cuenta las denuncias de asociación delictuosa que hay contra Fox-Calderón-los empresarios tramposos-el IFE-Hildebrando y otros, la nueva y ahora más chiquita "victoria" del panista acrecentaría la certeza colectiva de que sí hubo fraude y cobraría más vigencia la consigna del voto por voto, casilla por casilla. No la tienen nada fácil los magistrados. Si no anulan una sola casilla le extenderían a todo el pueblo la más atenta invitación al estallido social y pondrían en problemas al propio López Obrador para controlar a sus simpatizantes. En cambio, si anulan solamente algunas de las casillas donde hubo votos de más, pero no todas donde se constató esa anomalía, el efecto sería el mismo: multiplicarían el descontento masivo y le harían un gran favor a la CND, a la que asistirían no el millón de personas convocadas por López Obrador sino el doble o más. A los magistrados, por lo tanto, no les queda sino actuar bajo el espíritu de la justicia, desactivar el fraude electoral, parar en seco el golpe de Estado impulsado por Fox y salvar la vigencia de las instituciones sobre las cuales descansa, prendido con alfileres, el anémico estado de derecho de nuestro país. Si lo hacen, el pueblo los honrará como héroes y exigirá que refunden la Suprema Corte e inicien la transformación democrática de México. Mañana, letras, ópera y rock Sí, mañana, el blog de La Hora del Pueblo estrenará suplemento literario (la dirección electrónica al pie de esta página). Lo que no se debe olvidar es que también el domingo, después de la asamblea en el Zócalo, el coro de los pejeviejitos volverá a cantar los himnos de Gandhi y Martin Luther King en la plaza del Monumento a la Revolución, acompañado por 60 jaraneros, La Maldita Vecindad y Regina Orozco, el barítono Lech Zavadka y las mejores gargantas del Conservatorio Nacional de Música. lahoradelpueblo.blogspot.com ----------------------> Miguel Concha "La Jornada" Responsabilidad pública del tribunal electoral El Comité Conciudadano de Seguimiento del Proceso Electoral está integrado por personas interesadas en contribuir a la salvaguarda de la legalidad, la transparencia, la equidad y la certeza de la elección presidencial 2006. Está conformado por personas de Jalisco, Chihuahua, Morelos, Oaxaca y el Distrito Federal, que tienen amplia experiencia en la organización y observación de los procesos electorales y en el seguimiento de las campañas políticas. Sus integrantes se especializan en campos tan diversos como el padrón electoral y las encuestas de intención del voto, los procesos de organización, capacitación electoral y educación cívica, así como otros aspectos relevantes de los procesos democráticos. Surgió de la preocupación que representaba un proceso político tan accidentado y complejo, y por su trascendencia para nuestra sociedad en el corto, mediano y largo plazos. En el balance séptimo de su trabajo, que comunicó a la opinión pública el pasado martes, informa que solicitó de manera oficial al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que proporcione información de los datos que han resultado de las diligencias de cómputo que llevó a cabo, y que la haga del conocimiento público a través de su página de Internet, para que la ciudadanía pueda dar seguimiento puntual a los ajustes que se hacen en la votación nacional, con información veraz y oficial, abierta y disponible para todos. El comité enfatiza que los litigios que atiende el tribunal no son propiedad de los partidos, ni son litigios privados, sino controversias en las que están involucrados más de 40 millones de votantes, y más de 100 millones de mexicanos. En su balance anterior, del 10 de agosto pasado, el comité ya había hecho hincapié, con razón, en que más allá de los fines que persiguen los partidos y los candidatos, el bien superior a tutelar es la efectividad del sufragio emitido por cada uno de los ciudadanos que acudieron a las urnas el pasado 2 de julio. En el último subraya, igualmente con razón, que el TEPJF tiene que asumir su función como garante de los derechos ciudadanos, incluido el derecho a la información, que es parte de nuestro arreglo democrático y constitucional. El comité informa que sólo en dos de las 26 entidades con distritos sujetos a recuento de votos se autorizó el acceso formal de observadores ciudadanos, y señala que ve con preocupación que desde la instauración de los juicios de inconformidad, la sala superior del TEPJF ha venido tomando determinaciones contrarias a la transparencia que demanda todo proceso electoral, en beneficio de la tranquilidad de los votantes y los ciudadanos. El comité igualmente considera, con acierto, que el tribunal debe agotar todas las herramientas legales a su alcance para profundizar en la construcción de elementos y evidencias que sean sólidas e inobjetables, no sólo para los siete magistrados, sino para todos los mexicanos. "La sala superior -afirma, con toda razón- no puede limitarse a actuar tan sólo como un consejo distrital más; sus atribuciones constitucionales le permiten ir más allá, en beneficio de los votantes". Estos dos requerimientos fundamentales cobran tanta mayor relevancia y urgencia frente a las conclusiones a las que ha llegado Hugo Almada Mireles, integrante del comité y miembro de la Coordinación Nacional de Alianza Cívica, en su análisis objetivo de la base de datos de 11 mil 654 casillas que le proporcionó la coalición Por el Bien de Todos, y cuyo recuento ordenó el tribunal. El PAN no accedió a la solicitud de proporcionar su base de datos, realizada por otro de los miembros del comité ciudadano. Como informó ampliamente La Jornada en los últimos dos días, para este experto lo que sale del recuento "es que en las casillas sí se alteró el conteo de los votos, sí hubo fraude", pues las diferencias con el conteo anterior ni son pequeñas, ni pueden simplemente atribuirse a errores humanos, sobre todo en el caso de Guanajuato. Por ello, con toda legitimidad expresa que es imprescindible que el tribunal aclare al menos lo que pasó en este estado. "Mínimamente -dice-, es necesario completar los distritos y abrir todo Guanajuato. Porque el problema es que se abrieron en realidad muy pocas casillas, y no es posible saber si la misma alteración se presenta y en qué medida en algunos de los 11 distritos restantes". Y teniendo en cuenta la certeza, imparcialidad y objetividad que debe garantizar el tribunal a toda la ciudadanía, reitera la importancia del planteamiento del comité, "al solicitar al tribunal que agote todos los recursos legales que tenga a su alcance, incluyendo la posibilidad de nuevos conteos o ejercicios muestrales, para dar certeza al resultado de la elección". El tribunal, en efecto, tiene la facultad y la obligación de interpretar la ley, fijando con todo derecho de manera libre la posición que elija para resolver los asuntos que están bajo su jurisdicción, pero nosotros como ciudadanos tenemos también pleno derecho a que nos explique con claridad las razones que lo llevan a escoger una posición jurídica por encima de otras. "En esto consiste el principio de seguridad jurídica", al que el tribunal está obligado con nosotros. ---------------------> El primero de septiembre, movilización masiva contra el "traidor a la democracia" Intentar desalojo sólo agravará la crisis, alerta el PRD ANDREA BECERRIL "La Jornada" La coalición Por el Bien de Todos anunció que el primero de septiembre habrá una movilización masiva, aunque no se ha decidido el sitio ni la modalidad de la protesta, y el día 15 festejarán y darán el Grito en el Zócalo, donde un día después llevarán a cabo la Convención Nacional Democrática, a la que asistirán más de un millón de mexicanos. En conferencia de prensa, el secretario general del PRD, José Guadalupe Acosta Naranjo, y Horacio Duarte, representante del sol azteca ante el Instituto Federal Electoral (IFE), señalaron que "ojalá el gobierno federal no cometa la imprudencia de pretender desalojarlos, porque sólo agravará la crisis electoral que se vive en el país". Asimismo, aclararon que en esa convención se discutirán diversas propuestas, como la de declarar a Andrés Manuel López Obrador presidente legítimo, formar un gabinete alterno o desconocer a Felipe Calderón en caso de que se decida imponerlo. Acosta Naranjo dijo que todo mundo tiene derecho a disentir, e incluso burlarse de un movimiento de resistencia civil como el que encabeza López Obrador, pero destacó que están fuera de la realidad quienes, como el vocero presidencial o los panistas, consideran que no va a pasar nada si pese al fraude declaran presidente electo a Calderón. La protesta va a continuar, recalcaron, y para el próximo primero de septiembre cuando Vicente Fox rinde su último Informe, habrá una gran movilización, a fin de expresar el repudio de buena parte de la población a quien pasará a la historia como "un traidor a la democracia". Por su parte, el presidente del partido Convergencia, Dante Delgado, rechazó las versiones de que en cuanto se califique la elección abandonará la lucha de López Obrador en contra del fraude. "Vamos a estar en el movimiento, a participar en la Convención Nacional Democrática, que es una expresión de la sociedad". Consideró incluso "un agravio" que se hable de que dejará solo a López Obrador. En tanto, Acosta Naranjo aclaró que aún no deciden las características específicas de la manifestación del próximo primero de septiembre. "López Obrador convocó a esa protesta, pero la forma en que habrá de realizarse, quién estará al frente y las demás particularidades, se decidirán en los próximos días", dijo. Por lo que toca al día 15, tampoco se tiene definida la logística, "pero en lo que no nos moverán es en la determinación de dar el Grito en la Plaza de la Constitución". Sobre la reunión que sostuvo con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, reveló que fue para ponerse de acuerdo a fin de que los integrantes del megaplantón no obstaculicen el Maratón Internacional de la Ciudad de México, que se llevará a cabo mañana domingo. Se buscarán rutas alternas para los camiones en que viajan perredistas del estado de México y de otras entidades cercanas que asistirán a la asamblea informativa, para que no obstaculicen la ruta del maratón. Interrogado sobre lo tratado con el jefe de Gobierno y las peticiones que éste habría formulado a la coalición, Acosta Naranjo respondió que les ha pedido el mejor funcionamiento de la ciudad. Expuso que Encinas está cumpliendo a cabalidad con su función como gobernante, pero las decisiones sobre el movimiento las toman ellos. "Tenemos un gran reconocimiento a Alejandro Encinas, quien tiene más bajo control el problema de la ciudad de México que Ulises Ruiz en Oaxaca, donde sí hay desgobierno y nulas posibilidades de comunicación entre él y los manifestantes". ----------------- "Revelaciones de Ahumada se unen a evidencias de fraude" López Obrador, centro de la conspiración foxista: Granma Confirmación tácita de Cuba de autenticidad de la grabación GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL "La Jornada" La Habana, 25 de agosto. El semanario Granma Internacional dijo en su más reciente edición que el candidato presidencial mexicano Andrés Manuel López Obrador "es el centro de una conspiración orquestada por el gobierno de Vicente Fox para impedir su llegada al poder con un programa de justicia e inclusión social". El comentario de la publicación es el más explícito que hayan hecho los órganos informativos cubanos sobre las elecciones mexicanas del pasado 2 de julio. El artículo Un modelo político que hace agua está firmado por Nidia Díaz, jefa de la sección internacional del diario oficial Granma, cuya versión semanal circula en cuatro idiomas. El texto recuerda la difusión en México de un video con declaraciones del empresario Carlos Ahumada a las autoridades cubanas, sobre su participación en un intento de sabotaje a la candidatura de López Obrador. "Las revelaciones más importantes de Ahumada se sumarían a las más que probadas evidencias de fraude cometidas contra el ex gobernante del Distrito Federal, cuando el recuento de 9.07 por ciento de las casillas y los votos, autorizado para su revisión por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, arroja que ha salido favorecido en 81 por ciento", dijo el semanario. El gobierno cubano no ha desmentido que el video de Ahumada difundido la semana anterior en México sea parte de las filmaciones que la Seguridad del Estado hizo al empresario, cuando estuvo detenido aquí, entre marzo y abril de 2004. Sin embargo, La Habana se desvinculó de la difusión de la cinta y dijo que seguirá "eludiendo" un pronunciamiento oficial sobre el tema, a pesar de que el gobierno de México ha pedido la entrega del material, sin obtener respuesta hasta ahora. El comentario de Granma Internacional tácitamente confirmó la autenticidad de la filmación al señalar que "revela las intrigas palaciegas fraguadas en Los Pinos, sede del Ejecutivo, dirigidas a golpear las aspiraciones presidenciales de López Obrador desde fecha tan temprana como marzo de 2004". Agrega que en esas maquinaciones "están implicados altos personeros del actual gobierno y otros vinculados, por supuesto, al oficialista Partido Acción Nacional (PAN)". El semanario estima que puede surgir "un incremento de la violencia contra el movimiento popular, que haría incontrolable e ingobernable a México", además de que "pondría en evidencia el desgaste de un modelo político que hace agua por la descomposición de los partidos tradicionales que lo sustentan". Granma Internacional prevé un escenario semejante "en la misma medida en que aparezcan indicios fuertes e irrebatibles que corroboren las denuncias de fraude cometidas desde el gobierno en los comicios presidenciales del pasado 2 de julio". --------------------> Mañana propondrá las acciones a realizar en caso de que el TEPJF convalide la imposición AMLO: nos preparamos para enfrentar el golpe de Estado Calderón buscará "legitimarse" con quinazos Emilio Gamboa jugaría el mismo papel que Fernández de Cevallos Si quieren algo espectacular, "¡ahí están los hijos de Marta Sahagún!" ANDREA BECERRIL Andrés Manuel López Obrador, durante la asamblea informativa de ayer en la Plaza de la Constitución, en la ciudad de México Foto Carlos Ramos Mamahua Mañana domingo Andrés Manuel López Obrador propondrá a la asamblea permanente las acciones que pondrán en marcha en caso de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) decida "convalidar el fraude" e imponer "al candidato de la derecha", en lo que sería, sostuvo, un virtual "golpe de Estado". El anuncio lo hizo ayer, en el Zócalo, junto con la denuncia de que Felipe Calderón tiene ya un plan de cinco puntos para legitimarse, similar al que utilizó el ex presidente Carlos Salinas de Gortari en 1988. Este plan, dijo, que el propio panista reveló a periodistas de una cadena radiofónica, incluye varios golpes espectaculares, tipo quinazo (en 1989, días después de asumir la Presidencia, Salinas ordenó la aprehensión del dirigente petrolero Joaquín Hernández Galicia, La Quina), y la alianza con algunos dirigentes del PRI. Inclusive, el tabasqueño señaló que el papel que Diego Fernández de Cevallos jugó en 1988 para legitimar el fraude ahora estará a cargo del diputado priísta Emilio Gamboa Patrón. Cobijado por la solidaridad y el respaldo de miles de ciudadanos que no dejaron de expresarle su apoyo en todos los tonos, el tabasqueño envió un mensaje a Calderón: "Si quiere legitimarse con un golpe espectacular, ¡ahí están los hijos de Marta Sahagún o su cuñado Hildebrando!" "¡Corruptos, corruptos!", gritó la gente, mientras el candidato de la coalición Por el Bien de Todos explicó que está en espera de la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y quiere, "de todo corazón", que los magistrados actúen con rectitud y decoro. Respeto a la Constitución "Queremos que se respete la Constitución y no se vaya a pisotear la voluntad de los ciudadanos. Por eso estamos en espera de ese fallo del tribunal, pero al mismo tiempo nos estamos preparando para enfrentar una imposición, lo que sería en su caso un golpe de Estado." Para dar respuesta a lo que sería el rompimiento del orden constitucional, adelantó que en la asamblea informativa del domingo hará una propuesta concreta: las acciones para responder al intento de imponer a un presidente espurio. Al mismo tiempo, explicó, continúan los preparativos para la Convención Nacional Democrática (CND) que se realizará el próximo 16 de septiembre. Antes de esa fecha, precisó, se presentarán los proyectos de resolución, habrá muchas propuestas que se van a analizar, a discutir en todos los pueblos y comunidades de México, de manera que todos estarán informados de las mismas cuando se inaugure. La CND será, "se los aseguro, el inicio de una etapa nueva de la vida pública de nuestro país". Pidió a sus simpatizantes que inviten casa por casa a vecinos y amigos, porque es importante la asamblea del domingo, y en la mayoría de los medios de comunicación no se informa del movimiento de resistencia civil. Después, López Obrador compartió con los ciudadanos, que desde hace 27 días están en plantón en el Zócalo, la información sobre un plan de sus adversarios para tratar de legitimarse y contar con un mínimo de apoyo. "La legitimación se logra, desde luego, en elecciones libres, limpias. Es muy difícil de adquirir legitimidad después de un fraude. Sin embargo, ellos están apostando a la experiencia de 1988, a la forma en que, según ellos, Salinas de Gortari logró legitimarse durante su sexenio." Explicó que tratar ese asunto en la plaza pública se debe a que está convencido de que la política no es el ejercicio cerrado de unos cuantos, sino que tiene que ver con la opinión y, sobre todo, con la participación de los ciudadanos. "Por eso quiero compartir con ustedes lo que considero va a ser la estrategia que van a seguir si logran imponerse con un fraude electoral. Tienen ellos el antecedente del 88 y la asesoría de Carlos Salinas de Gortari." Un coro gigante repitió: "¡Asesino! ¡Asesino!", y surgió una silbatina con mentadas para el inquilino de Dublín. Sin que cesaran los gritos, López Obrador expuso las cinco acciones que, dijo, Calderón tiene previstas para tratar de quitarse el estigma del fraude electoral. La primera es que piensa dar uno o varios golpes espectaculares. Se refirió a una reunión que el panista sostuvo con directivos y periodistas de una cadena de radio -no precisó cuál-, en la que los comunicadores le preguntaron cómo pensaba gobernar en el contexto de protesta y reclamos por el fraude, y Calderón respondió que podía acreditarse con "un quinazo". Pero fue más allá, en ese encuentro, el panista "todavía les dijo que el quinazo era una posibilidad, pero quería recibir opiniones de ellos. Quiero que me ayuden, quiero opciones, les pidió", relató el tabasqueño. Después envió un mensaje a su contrincante: "Desde aquí, desde el Zócalo, le digo -a Calderón- que si quiere legitimarse con un golpe espectacular, ¡ahí están los hijos de Marta Sahagún o su cuñado Hildebrando!" Entre vítores de sus partidarios, López Obrador sentenció: "Si cree que con los consejos de Salinas va a lograr legitimarse, se equivoca; no se puede, porque es mucho el agravio de un fraude electoral, entre otras cosas, no es lo mismo 2006 que 1988". Expuso que lo segundo que pretende Calderón es aplicar un programa para apoyar "aparentemente" a los pobres, los humildes, con una especie de solidaridad para tratar, con migajas, de mantener el control de la gente, pero "eso tampoco les va a funcionar, porque el pueblo quiere justicia, no limosnas". En tercer lugar, como el PAN no podría convencer a ninguno de los dirigentes de los tres partidos que integran la coalición Por el Bien de Todos -ya que "ninguno se ha dejado agarrar la pierna"-, buscarán apoyarse en otras fuerzas, en especial en el PRI. Como la receta es la misma que aplicó Salinas en 1988, el papel que entonces jugó el PAN lo jugarán ahora el PRI y algunos de sus dirigentes. "¿Quién podría ser el Diego Fernández de Cevallos de esta época?", preguntó, y él mismo contestó: "Podría ser Emilio Gamboa". Aclaró que no todos los dirigentes priístas se prestarán a legitimar a un presidente ilegal, como sería Calderón, pero sí estarán en esa alianza con El Yunque y la cúpula blanquiazul los del PRIAN, los que quieren defender la política antipopular y entreguista por todos los medios. Hay militantes del PRI, campesinos, obreros, maestros e inclusive políticos que no van a prestarse a esa farsa. "Estoy seguro de lo que estoy planteando". Con la atención de sus seguidores, que hasta las frases le completaban, López Obrador dijo que como cuarto punto de su plan, y también como lo hizo Salinas, Calderón buscará legitimarse en el extranjero con declaraciones de gobernantes de otras naciones que lo reconozcan, pese al fraude y la imposición. El último punto del proyecto del panista es el control de los medios de comunicación, "para aparecer siempre en la televisión, que sólo se escuche su voz en los noticieros. Ese es el plan que tienen, pero les adelanto que no les va a funcionar". Para finalizar, López Obrador dijo que el domingo, durante la asamblea informativa, propondrá las acciones a seguir para enfrentar la imposición de un presidente ilegítimo, en caso de que el TEPJF convalide el fraude. Adelantó que continuará el movimiento, y afirmó que ahí nadie se va a rendir. Antes, en nombre de la comisión organizadora de la CND, Dante Delgado informó que van por buen camino, porque en los estados y en el Distrito Federal operan las comisiones; habrá siete subcomisiones; se cuenta ya con el manual de operación, el formato para registrar a los participantes y el gafete que portará cada delegado, con el lema: "Sufragio efectivo, no imposición. 16 de septiembre del 2006". ----------------> La gobernabilidad PORFIRIO MUÑOZ LEDO 26 de agosto de 2006 "El Universal" El fantasma que hoy recorre a México es la ingobernabilidad. Ésta se define como el encogimiento de las autoridades frente a la sobrecarga de demandas de la población y, en una acepción más estricta, como "la carencia de autonomía, cohesión y legitimidad de las instituciones de gobierno, que genera un colapso del apoyo político de los ciudadanos a los gobernantes". Asistimos al final catastrófico de un sexenio cuyos objetivos expresos de reformas políticas y económicas se frustraron, en unos casos por desinterés y en otros por incompetencia política para llevarlas a cabo. Lo único que parece haberle importado a este gobierno es la colonización y el usufructo patrimonialista de las instituciones del Estado. Objetivo primordial fue, sin embargo, la continuidad de un modelo económico fundado en la supeditación al interés extranjero y en la preservación de los privilegios. Más tarde se reveló que la decisión política fundamental de este gobierno consistía en su propia reproducción. En una suerte de reelección disfrazada con los ropajes de las contiendas democráticas pero con el apoyo irrecusable de los poderes públicos a la candidatura del continuismo. La determinación expresa de instaurar una nueva dinastía política y de cerrar el paso, ahora y mañana, a una victoria de las fuerzas de izquierda. A este esquema, que se comienza a implantar en algunos países de la periferia, se le ha denominado "democracia colonial". Ello implica el aseguramiento y la prolongación de estructuras de poder interno sometidas a estrategias diseñadas por poderes hegemónicos. Significa no sólo la pérdida del atributo esencial del Estado, que es el ejercicio de la soberanía, sino también su impotencia creciente frente a los poderes fácticos. La agenda presidencial, aparte de las ocurrencias de Fox, tiene sólo dos materias: consumar la imposición y organizar la despedida. Para cumplir la primera requiere, no obstante, de la concurrencia de varios factores: un fallo del Tribunal Electoral favorable a su candidato, la inacción de la Suprema Corte ante el pedimento ciudadano, la desmovilización de la sociedad y el sometimiento de las Fuerzas Armadas a eventuales órdenes represivas. En caso de que todas esas circunstancias se produjeran, el país entraría en una inmensa e imprevisible crisis. El Tribunal Electoral no podría resolver un asunto tan grave como si se tratara de una elección aldeana ni de una simple operación aritmética. Si este último fuera el caso, debería revisar algunas cifras que parecen concluyentes: en las 11 mil 720 casillas que finalmente decidió recontar hay 3 mil 873 con votos de más y 3 mil 659 con votos de menos; esto es, el 60% de las urnas que se revisaron contienen causales de nulidad conforme a la ley y las jurisprudencia. El valor probatorio de estos hechos es muestral, por lo que el Tribunal tendría que tomar una de dos decisiones: o bien continuar revisando las urnas hasta encontrar el verdadero ganador, lo que es exigencia popular, o bien proceder por un método inductivo y concluir que las irregularidades son de tal modo frecuentes e importantes que podrían revertir el resultado de la elección. En esta hipótesis podría adoptar, como lo ha hecho en ocasiones anteriores, la decisión de anular los comicios. La afirmación del presidente de la Suprema Corte, Mariano Azuela, en el sentido de que el mandato del artículo 97 de la Constitución -que la faculta para investigar la violación del voto público- es anacrónico, merecería su destitución. Más grave aún es que el titular del órgano responsable del control de la constitucionalidad de los actos de autoridad diga que nuestra Carta Magna "está escrita con los pies". Tan pedestre afirmación es inadmisible en boca de un juez y resulta una injuria para todos los constituyentes y parlamentarios que han concurrido en su redacción. La Corte debería asumir esa responsabilidad suprema sin ningún titubeo. Saben bien sus miembros la relevancia histórica de la decisión que corresponde adoptar al Poder Judicial de la federación. Son conscientes de que está en juego no sólo el orden público sino la continuidad de la vida constitucional del país. Esperemos que actúen en consecuencia. No podría descansar la gobernabilidad futura del país en la unción prefabricada de un presidente de la República considerado espurio por gran parte de la población. Demasiado profundas son ya las fracturas económicas, sociales, territoriales y culturales que nos dividen para que se añada ahora una ruptura institucional de proporciones tales que arriesgaría la integridad misma de la nación. De toda evidencia se requiere la reanudación del diálogo político en el país, pero éste no podría entenderse como la vía para la componenda, sino como el método idóneo para reconstruir el Estado nacional. El punto de partida de cualquier ejercicio de reconciliación patrio habrá de ser el respeto al sufragio emitido por los ciudadanos en ejercicio de la soberanía popular. La usurpación ha sido, en cambio, la fuente más segura de las grandes conmociones sociales. Bien está que los grupos parlamentarios de ambas cámaras procedan a elaborar sus agendas parlamentarias e inicien los intercambios indispensables para la tarea legislativa. Mejor todavía que reconozcan como tareas primordiales el saneamiento de las instituciones electorales y la inaplazable reforma del Estado. Pero ¿podría pensarse siquiera en la construcción de consensos con el trasfondo de un país devastado por la discordia? En días recientes Diego Valadés y Arturo Valenzuela han llamado al compromiso de todos los actores políticos para mirar de nuevo los problemas de fondo que México padece. El primero ha invitado a un nuevo "pacto constitucional", que en su criterio debiera incluir los aspectos "que han aflorado como los más vulnerables: un sistema presidencial decrépito, un sistema representativo inoperante, un sistema, electoral incompleto y un sistema de partidos corrupto". Si añadiéramos un sistema de comunicación enajenante, tendríamos la agenda básica de la nación. El segundo ha subrayado que en una coyuntura crítica como la que vivimos "el orden del día no puede seguir siendo la política chica, de la ventaja del uno sobre el otro" sino que debe "prevalecer una política fundacional" que comprenda la reforma de todas las instituciones que, por causa de su degradación, nos han arrinconado frente al despeñadero en el que nos hallamos. Reformas también de economía y sociedad que nos permitan crecer y abolir la oprobiosa desigualdad. Esa es la esencia del proyecto que, por una vía paralela, anima a la Convención Nacional Democrática propuesta por la coalición Por el Bien de Todos. Ésta es la ocasión para retomar el hilo de la transición y volver a pensar el país. Una gobernabilidad duradera sólo podrá descansar en la reformulación de las instituciones nacionales y de sus relaciones en el exterior. Este puede y debería ser uno de los momentos estelares de nuestra historia. Para ello necesitamos optar primero entre la guerra y la paz. ---------------------------> Amenazas de Eduardo Valle: Desde hace algunos años reside en los Estados Unidos. Panorama Norteamericano Eduardo Valle 26 de agosto de 2006 "El Universal" L os teóricos y estrategas del círculo interno de Andrés Manuel López Obrador están cometiendo graves errores en sus cálculos. Su fuerza alcanza sólo para una gigantesca provocación. La cual, por supuesto, generará enormes costos para la nación. Y violencia, cruda violencia. Pero en forma alguna llevará al tabasqueño a Palacio Nacional. Se puede bloquear y hasta controlar una parte de la ciudad de México. Hasta una zona amplia del Distrito Federal y sus alrededores. Y el control puede extenderse hasta Tlaxcala y algunas regiones del estado de México. Apoyados en movilizaciones en Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Y hasta en Tabasco. Y las manifestaciones del control podrán ser espectaculares. Pero, por favor, señores Camacho Solís, Ebrard, Monreal, Muñoz Ledo, Ímaz, Bejarano y demás cómplices: ello, en forma alguna, es el país. No desde la perspectiva territorial y menos desde el punto de vista de la relación de fuerzas. Han oído hablar -si, ustedes: estrategas y teóricos- de Nuevo León, Yucatán, Veracruz, Sonora, el Bajío, Puebla y de la mayoría hasta ahora contenida del Valle de México. ¡Por favor! ¿A qué están jugando con "el incendio de la pradera"? Los quemados van a ser ustedes. Y aquí nada más hablamos de lo territorial. Para qué mencionar a las fuerzas políticas: las organizadas y las posibles. Las del Estado y las potenciales de la sociedad civil. ¿O ustedes creen que juegan sin nadie al frente? ¡Por favor! ¿Una prueba sencilla?: vayan a casi cualquier punto de la geografía del norte o el centro de la República y traten de repetir la experiencia del megaplantón, con plazas y calles secuestradas. Y establezcan la Asamblea Permanente del Pueblo Lopista; heroico, humilde, generoso, consciente y movilizado. A ver cómo les va. ¿Otra prueba aún más sencilla?; nada más no se muevan del megaplantón las horas anteriores al desfile militar. Que el dulce y enérgico comandante Ebrard dé la orden a sus tropas para no moverse de ahí, luego del Grito alterno del 15 de septiembre. En su lenguaje intelectual y sofisticado: "Pus, aguanten vara; ahí se quedan; y no se muevan. ¡Vivan la Convención, la desobediencia civil y la revolución!". "Viva, viva; muera, muera; ya luego nos arreglamos". Dé la orden, ¡comandante Ebrard!; al fin usted si es bravo y ya va a gobernar la capital. Los teóricos y estrategas de López Obrador están acompañados de una pléyade de hombres y mujeres ilustres, quienes ahora explican: "Todo sea por la lucha contra la pobreza, la marginación y el racismo. Él, el líder del movimiento, es el único que comprendió a los pobres y a los desesperados. Por eso merece el cheque en blanco otorgado por nosotros". El es el líder, dirige con sabiduría, nobleza y prudencia. Todo por el líder y el movimiento democrático revolucionario. Porque, en efecto, luego del 1 de septiembre, del 15 de septiembre y del 16 de septiembre, México tendrá ya a un "presidente legítimo", nombrado por una Convención Nacional Democrática, integrada por un millón de delegados, representantes de todos los pueblos de México, quien encabezará el movimiento democrático revolucionario. El cual condenará al "basurero de la historia" al presidente espurio, designado como supuesto "presidente electo" por un tribunal electoral, que se negó a actuar con altura de miras y rectitud; y dio la espalda a la legalidad y al deseo del pueblo, aliándose con aquellos que prepararon y organizaron el fraude. Todo claro como el agua: un líder, el presidente legítimo, y un movimiento para restaurar la República y hacer cumplir la Constitución. Y hasta las leyes electorales. Suena a farsa pero pudiera convertirse en tragedia. 1 de septiembre: primer ensayo. Los legisladores del PRD acompañados por otros integrantes de la coalición tratan de sabotear el VI informe de Gobierno de Vicente Fox. Alrededor del Palacio Legislativo una gran cantidad de personas reclaman al líder López Obrador como presidente legítimo. Se contienen gritando: "Convención, convención". "No queremos al Congreso; queremos revolución". El acto, a pesar de las dificultades, culmina sin graves enfrentamientos. 15 de septiembre: segundo ensayo. En la ceremonia del Grito de Independencia los teóricos y estrategas enfrentan "al pueblo" con el presidente Fox. Ya para estas fechas sabemos si hay o no presidente electo y su nombre. Pero si el Tribunal Electoral declaró la validez del proceso comicial para presidente y determinó que Felipe Calderón es el electo, entonces "la ira de los volcanes" comenzará a mostrarse. Pero todavía no se volcará por completo. Algo falta. Y ese algo es la Convención Nacional Democrática del día siguiente. Ahí se determinará si AMLO es presidente legítimo o no. Y si ello sucede... el movimiento democrático revolucionario iniciará la desobediencia civil. Y la restauración (¿?) de la República. Frente a un "gobierno ilegítimo actuando en plena ilegalidad, una vez rotos el orden constitucional y jurídico", el pueblo, amplios sectores del pueblo, tendrán toda la libertad y plena justicia para actuar en el ejercicio de su soberanía, para hacer valer sus derechos. De la Convención a la Desobediencia Civil y de ahí a la Revolución. Vaya si el libreto de los Lopistas es sencillo. ¿Entonces? Luego de la convención tendremos un líder, presidente legítimo y un movimiento democrático revolucionario para restaurar la República. Y enfrente un gobierno ilegítimo actuando en plena ilegalidad. ¿La conclusión necesaria?: hay que enviar al basurero de la historia a esos inmorales, peleles de capitales e intereses extranjeros y de grupo, restaurar la República y lograr que López Obrador, el líder de los pobres y despreciados, despache en Palacio Nacional. Eso es todo. Éste es el obvio guión general; del 1 al día 16 de septiembre. Y si antes hay violencia, eso será represión. Como en los tiempos de Huerta y Díaz Ordaz. Igualito o peor. Bien: por el lado del movimiento democrático revolucionario, de su líder y estrategas, todo está claro como el agua. Con todo y gravísimos errores de cálculo. Una vez hecha, si ello ocurre, la declaratoria de validez de la elección y de conocer al presidente electo: ¿no podría el jefe de Estado y jefe de Gobierno, Vicente Fox, dirigirse a la nación y explicar la nueva situación y los pasos a seguir? Mvalle131@aol.com [+/-] muestra/oculta esta entrada |