Conocer el significado de las palabras para perder el miedo al contenido de las mismas Por María Teresa Jardí "Por Esto!" A AMLO le asusta que lo llamen radical y se cuida de no parecer radical, cuando lo que el país necesita es un Presidente legítimo radical en todos sentidos y desde todos los puntos de vista. Radical, por lo que a la ética respecta, incluso porque la ética amén de una sola para todos es, por definición, radical, es decir, siempre igual, es lo menos a lo que el hombre puede aspirar, como virtud, a tener. La ética es como las mujeres embarazadas. O se está o no se está. No ocurre igual con la moral que es propia, personal, individual. De ahí la doble moral de la derecha. El aborto es un problema moral. Cada mujer que se encuentra en ese trance, que presumo que implica la decisión más difícil en la vida de una mujer, debe elegir de acuerdo con su propia conciencia e incluso se puede no cuestionar el que las mujeres aborten y al mismo tiempo no estar de acuerdo con el aborto por motivos de moral individual. No ocurre así con la ética. Los actos de las personas son éticos o no lo son y la ética involucra la vida entera de las personas, de las sociedades, de los países, del Estado, de la República. La ética es siempre radical y nada es menos violento que la ética. La trampa de los gobiernos de ultraderecha como el PRIAN/foxista estriba en -apoyada por la televisión idiotizante y deseducativa que en México tenemos- hacerle creer a la sociedad que lo radical es violento y que la izquierda, que es radical o no es izquierda, porque la construcción de ese otro mundo posible e incluyente para todos tiene que ser radical, es violenta. Busco en la Internet la definición de la palabra radical y encuentro que una primera definición muy simple, con la que me quedo por lo que a la Internet toca, que señala que radical significa "de la raíz o relativo a ella". Me quedo con esa definición tan simple porque incluso con esa definición tan simple queda claro que el arme ético de la República tiene que ser radical o no será. Y entiendo que de rearmar éticamente a las instituciones de la República trata la Convención Nacional Democrática, la que con AMLO a la cabeza como Presidente legítimo, quiere cambiar las cosas en esta pobre República nuestra, que le urge rematar al extranjero a la ultraderecha con Calderón como cabeza. Dos posturas diferentes. Radicales ambas. Una radicalmente ética. Otra radicalmente entreguista y canceladota de la nación mexicana como autónoma y soberana. Luego busco en el diccionario Porrúa de la Lengua Española, al alcance de cualquiera, y encuentro, entre otras, una definición por demás interesante: "Partidario de reformas extremas, especialmente en sentido democrático". Definición que cabe pensar que a AMLO le viene como anillo al dedo, porque inaceptable sería la defensa del voto ciudadano para repetir la historia de no apostarle aunque sea a la más formal de las democracias, es decir, en la que, al menos, ese voto se respeta. Y por último busco en Diccionario Enciclopédico UTEHA, mi favorito, y encuentro la misma definición que en el anterior, pero seguida de la palabra radicalismo que significa: "Conjunto de ideas y doctrinas de los que, en ciertos momentos de la vida social, pretenden reformar total o parcialmente el orden político, científico, moral y aún religioso". El cambio que Fox ofrecía y que fue lo que convirtió, al menos en parte, en Presidente de la República a Fox, en la pequeña parte no comprada desde el extranjero, en la del voto ciudadano, era un cambio radical, por lo que respecta a lo que le PRI había dejado de ofrecer en los últimos años de corrupción neoliberal de ese partido. Fox mintió y el pobre resultado de su gestión, nada radical, totalmente igual a lo que ofrecía cambiar, salta a la vista. AMLO no debe temer a las palabras. Tiene que dejar de cuidarse de los ataques que el dúopolio encabezado por Televisa y la prensa vendida le van a hacer de todas maneras. Da la impresión de que AMLO se sigue pensando y desde luego comportando como candidato cuya apuesta es la próxima elección. No señor, es ahora, cuando se piensa y comporta como el Presidente legítimo que los ciudadanos mayoritariamente elegimos, o no será nunca. -------------> Fortalecer nexos martes, 26 de septiembre de 2006 Ricardo Andrade Jardí "Por Esto!" Mientras el equipo del "gobierno" espurio al servicio y para protección de las redes de pederastas (violadores sexuales de niños) en lo oscurito se reúne en Canadá para "integrar" o, mejor dicho, para adherir la soberanía nacional a los mandatos del comando Norte de Washington y para convertirse en el barril de recursos y escudo de los planes de exterminio imperialista, el futuro del movimiento ciudadano de resistencia civil que intensifica sus luchas se desgasta en las impresentables campañas electorales de Tabasco haciéndole nuevamente el juego a la estructura de un sistema que ha optado por desconocer la voluntad ciudadana. El mandato de la CND es para la formación de un gobierno legítimo y no para la de una promotora electoral de ex priístas sin ideología que en el momento que alcancen sus aspiraciones electorales no dudarán en reconocer al gobierno espurio como ya lo han hecho todos y cada uno de los gobernadores perredistas y uno que otro diputado federal de ese partido, quienes, por cierto, fueron invitados por el propio López Obrador a formar parte como legisladores del PRD en la pasada elección de julio. AMLO, como futuro Presidente legítimo de México, debería estar a la cabeza de la marcha de la APPO, exigiendo la inmediata liberación de los detenidos de Atenco y denunciando el despojo criminal en manos del ladrón ex banquero Roberto Hernández de los ejidatarios vecinos de Chichén Itzá, en lugar de estar perdiendo fuerza y energía como promotor electoral. Muchas son las tareas que debe debatir la CND, pero sin duda la más importante es la de la congruencia ética, no se puede desconocer a un gobernante espurio y a su gobierno mientras se siguen las reglas impuestas por el mismo sistema que ha calificado la ilegítima elección y nombrado al espurio gobernante. Si el PRD y los partidos del Frente Progresista pretenden seguir formando parte de un sistema decadente, pederasta y corrupto, es problema de ellos como partidos políticos, pero AMLO ha sido nombrado, por el movimiento ciudadano, como representante legítimo de ese movimiento y no como promotor ni coordinador de las aspiraciones electorales de nadie. Las acciones del Presidente legítimo tienen que ir encaminadas a fortalecer los nexos de unidad de las tantas formas de organización social y civil del movimiento de resistencia de que emanará el gobierno, al que millones de mexicanos estamos dispuestos a sumarnos asumiendo todas sus consecuencias, pero no a otorgar patentes de corso. AMLO tendría que estar ya fortaleciendo los vínculos con agrupaciones de lucha social en el mundo que funjan como promotoras del legítimo gobierno en el extranjero, fortaleciendo experiencias y socializando el conocimiento en la unidad de un movimiento global contra las imposiciones políticas de dominio neoliberal. Fortaleciendo los nexos del gobierno legítimo con todas las luchas sociales, las que han sido desconocidas siempre por los procesos electorales de un Estado corrupto y mediocremente conformista, que se mantienen a lo largo y ancho del país, lo que garantizará, además, de un monitoreo de apoyo y denuncia de éstas, el fortalecimiento de cientos de miles de micro políticas de resistencia que se opongan a las macro políticas de privatización energética y de integración al comando Norte como retaguardia de desecho de las políticas expansionistas y rapaces del imperialismo. No conviene que el gobierno legítimo emanado de la CND empiece equivocando o limitando los frentes de lucha, pues es en la lucha ciudadana y sus infinitas formas y demandas donde se dará la verdadera transformación hacia la Nueva República con el PRD (Frente Progresista) o sin el PRD, con AMLO o sin AMLO; millones de mexicanos no estamos dispuestos a seguir acreditando procesos electorales que serán avalados y calificados por institutos locales clones del actual IFE y por tribunales sin grandeza histórica como el TRIFE y al servicio de la telecrática oligarquía que se reparte el país. Nuestra Lucha es otra, nuestra lucha es por otro mundo posible, por un Estado con ética, justicia y dignidad, donde los muchos no sean aplastados por los menos y donde la corrupción del los fueros no sea el escudo de pederastas y cuatreros. [+/-] muestra/oculta esta entrada

Por : trueeyes