Algunas columnas del 15 de Octubre
9:26 a. m.
TRIFE contará voto por voto en comicios chiapanecos domingo, 15 de octubre de 2006 "Por Esto!" Lo que no quiso llevar adelante en las elecciones presidenciales lo hace ahora con las de Chiapas MEXICO, D.F., 14 de octubre (LA JORNADA).- El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó el traslado a la ciudad de México, a más tardar el próximo lunes, de toda las actas, constancias y paquetes que tengan relación con la impugnación en los comicios de Chiapas del pasado 20 de agosto, pues los magistrados consideran que "presentan irregularidades graves" que podrían revertir los resultados, que favorecieron a Juan Sabines Guerrero, declarado ya gobernador electo por los órganos locales. Por primera vez desde su nacimiento hace una década, el TEPJF dejará también un precedente en un juicio de revisión constitucional contra un fallo emitido por un tribunal local, pues el pleno de la Sala Superior decidió que entra a estudio en plenitud de jurisdicción -se convierten de facto en calificadores plenos- de los comicios, por tanto, estudiarán distrito por distrito, casilla por casilla y voto por voto impugnados por la Alianza por Chiapas -que forman los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM). Alejandro Muñoz, director de lo Contencioso Electoral del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, confirmó que el viernes el TEPJF notificó al Instituto Estatal Electoral -también a las alianzas involucradas en el litigio-, la sentencia interlocutoria mediante la cual solicita el envío de inmediato a la capital del país de la totalidad de la documentación de los distritos impugnados, en los que nuevamente habrá de contabilizarse los votos de estas casillas, que superan el 12 por ciento del total. Confirmó que el TEPJF solicitó la primera documentación de unas 152 casillas que corresponden a ocho de los 24 distritos impugnados. En el transcurso de la próxima semana los magistrados requerirán la documentación del resto de las 570 casillas impugnadas, mismas que no se abrieron para su revisión en los distritos electorales y que, según las impugnaciones, presentan irregularidades graves. "Es importante destacar el hecho de que los magistrados soliciten la documentación en una elección para gobernador, nunca lo habían hecho en un juicio de revisión constitucional, en este caso lo solicitan porque entran al estudio de plenitud de jurisdicción", puntualizó Alejandro Muñoz. El TEPJF verificará cada una de las actas de escrutinio y cómputo puesto que a su parecer presentan también serias inconsistencias. La Alianza por Chiapas impugnó aproximadamente 40 mil votos en los 24 distritos donde, según una relación en poder del reportero, se concentró "el fraude electoral" a favor del candidato del PRD-PT. El funcionario partidista recordó que la mayoría de las elecciones a gobernador fueron impugnados bajo la causal abstracta (intervención del gobernador, inequidad, etc.), en el caso de Chiapas es diferente porque la causal impugnada es la casilla. Tanto Alejandro Muñoz como Iván Jaimes Archundía, integrantes del equipo jurídico de la Alianza por Chiapas, señalaron que son 12 causales de las impugnaciones, ocho de ellas -votación a favor de un solo partido, casillas con afluencia irregular y cambios de domicilio y de funcionario de casilla, error y dolo, apertura extemporánea, coacción del voto e irregularidades genéricas- han sido establecidas por el propio TEPJF como causales de nulidad. En entrevista, Jaimes Archundía y Muñoz consideran que si el TEPJF concede la anulación de estas ocho causales la diferencia a favor del candidato de la Alianza por Chiapas, el priísta José Antonio Aguilar Bodegas, sería de unos 38 mil votos, con lo cual se convertiría en el próximo gobernador de Chiapas. Será la magistrada Alfonsina Berta Navarro Hidalgo quien resolverá el "juicio madre" (SUP-RAP-420/2006) de las impugnaciones interpuestas por la Alianza por Chiapas respecto a la elección de gobernador. Asimismo, el juicio que interpuso la coalición Por el Bien de Todos, donde se acumulan varios recursos de inconformidad y nulidad electoral, además de otros cuatro recursos de revisión de los cómputos distritales. ------------------> ¿Podrá perder AMLO su liderazgo? Diario de Guerra (electoral) José Agustín Ortiz Pinchetti Después de meses de protagonismo y movilización, AMLO y la corriente de partidos y ciudadanos que encabeza parecen haber pasado a un segundo plano. Muchos comunicadores auguran que si el PRD es derrotado en Tabasco, el liderazgo de Andrés Manuel no podrá sostenerse y que empezarán los "deslindes". Es conmovedor el esfuerzo de periódicos y televisoras para intentar convertir a Felipe Calderón en un personaje que pueda soportar la investidura presidencial a pesar de que una y otra vez demuestra su debilidad. El conflicto de Oaxaca ha ocupado el primer plano. La torpeza y contradicciones del gobierno federal han prolongado la agonía. La apuesta conservadora se concentra en Tabasco. Dan por supuesto que el plantón en la capital del país y el reconocimiento de la convención al presidente legítimo han debilitado a López Obrador y que su liderazgo en el PRD y en los demás partidos de la coalición está resquebrajándose. Exageran el diferendo con Cárdenas y azuzan desde diversos ángulos a líderes y activistas del PRD para que "recuperen su partido". Están seguros de que Ojeda va a perder en Tabasco y que el aval que le ha dado AMLO arrastrará a éste al peor escenario. La verdad es que gane o pierda el PRD en Tabasco, AMLO continuará su trabajo de conformar una corriente nueva y poderosa. No dejará de ser el líder mayor de la oposición, por la simple razón de que ni el ingeniero Cárdenas ni ningún otro personaje pueden retarlo desde la izquierda. El PRI en el colmo de la degradación está dividido. Los peores ven la alianza de Calderón como garantía de impunidad y como la posibilidad de continuar obteniendo ventajas del nuevo régimen. Ni quieren ni pueden ser oposición. La fuerza de AMLO no sólo depende de los partidos coaligados. Su verdadera apuesta está en la gente que despertó en la larga y épica batalla en contra de la oligarquía. Es verdad que ha habido desgaste, pero López Obrador sigue teniendo prestigio y poder de convocatoria en gran parte de la población que ve la presidencia de Calderón como espuria y reconoce a AMLO como el presidente legítimo. Los líderes de la coalición saben muy bien que si debilitan el apoyo a AMLO no podrían contar con esa fuerza. Tan es así que en la batalla de Tabasco han acudido casi todos para librar una lucha difícil. La forma como se ha reducido la ventaja del candidato del PRI les muestra la eficacia del trabajo de Andrés Manuel y la solidez de la coalición. AMLO iniciará a partir de la próxima semana otra etapa de su lucha; gane o pierda el PRD en Tabasco, no se detendrá. Empezará a viajar por todo el país para consolidar su voto duro por ahora disperso y nebuloso, pero que puede convertirse en una fuerza efectiva si adquiere densidad y organización. ---------------> ¿2030? Antonio Gershenson "La Jornada" La afirmación, por parte del oficialmente apodado "presidente electo" aunque millones lo consideren producto del fraude electoral, de que vamos al primer mundo en 2030 tiene una ventaja para el que lo afirma: mientras que al saliente presidente Fox, que hacía promesas de corto plazo como el de la solución del problema de Chiapas en 15 minutos, se le notaba la mentira muy rápido, ahora no será así. No de balde un caricaturista lo dibuja diciendo "...y les prometo resolver el problema de Chiapas en 24 años". Lo único que le daría sentido a hablar de 2030 sería una planeación a largo plazo. Sin eso, y sin definir siquiera el programa para el primer año, todo lo que se diga está hueco, son afirmaciones fáciles de hacer e imposibles de demostrar, ya no digamos de llevar a la práctica. Lo más que, constitucionalmente, puede llegar a permanecer en la silla (que todavía no está muy claro si toma posesión o no), es hasta 2012, o sea, el clásico sexenio. La planeación debería empezar por el principio. Un plan sexenal, como en los años 30 del siglo XX. Ya con eso bien formulado, se podrá seguir con un plan de 12 años, en caso de que se tengan previsiones, incluso políticas, para el siguiente sexenio, y condicionado a que el partido en el poder gane de nuevo la elección presidencial. Ya pasar a un plan de 4 sexenios se ve más lleno de problemas e inseguridades: no hay relección. El único que gobernó un tiempo mayor que ése fue Porfirio Díaz, pero era de la derecha y ésta odia la planeación a largo plazo... Bueno, resulta que el llamado presidente electo también es de derecha, o sea que ni quien pueda esperar de él ni siquiera un panchito sexenal, ya no digamos uno de cuatro veces esa duración. Un gobierno democrático y de izquierda sí debe basarse en la planeación de largo plazo, por lo menos en las principales ramas de la economía, y en las áreas estratégicas en particular. Si hay obras que son importantes para el área de que se trate y que tardan años, es obvio que se requiere de esta planeación. En cuanto a lo dicho sobre el 2030, lo que surgen son varias dudas. ¿Cree el señor que puede ganar con fraude electoral otros tres sexenios? ¿Cuáles son sus intenciones -ya ni hablemos de planeación- para el primer año? ¿Tiene intenciones para un período tan largo, a como están las cosas? Nos referimos, con esta última interrogante, a la realidad actual. Un ejemplo: ante el hecho de que el tribunal electoral federal haya señalado un error en el dictamen del tribunal local de Chiapas, sobre reclamaciones del PRI contra el triunfo del candidato a gobernador del PRD en ese estado, normalmente -dice un miembro de este último tribunal- se devuelve la documentación con este señalamiento para que el tribunal local vuelva a emitir su fallo ya sin ese error. Pero ahora el tribunal federal decide que él mismo va a dar el fallo. Ante esto, el líder nacional del PRD dice que echar abajo al candidato triunfante sería una declaración de guerra, y que la situación de Oaxaca se podría extender a esta entidad del sureste y convertirse en un foco rojo de mayor intensidad. Pero se daría sobre todo si los hechos violentos del PRI y del gobierno priísta contra dirigentes y miembros del PRD en Tabasco, que tiene elecciones de gobernador y autoridades locales hoy domingo, se llevan al nivel de un fraude electoral -que ya tiene sus expresiones en las "mapacheras", bodegas con bicicletas y otros artículos con los cuales comprar votos-. Serían ya tres entidades en estado de resistencia civil masiva, con sus variantes, pero con elementos en común, como hemos visto en este escrito. Entonces, y como esto no va a esperar hasta 2030, ¿qué propone el supuesto presidente electo ante esta situación y los problemas de fondo que le dieron lugar? --------------> Empieza la fuga Rolando Cordera Campos "La Jornada" Como tenía que ser, Felipe Calderón decidió actuar conforme a lo que indica la cátedra y echó a andar por el tobogán de planes y programas futuristas que en las actuales circunstancias políticas nacionales saben más a una fuga hacia adelante que a un intento por conquistar el futuro. El juego de abalorios, de la planeación sin adjetivos y sin objetivos, impone sus atractivos de siempre a los políticos atribulados por el presente y lleva a Calderón y su gente cercana a nuevos callejones sin salida. El exacerbado enfrentamiento clasista, de temor por la propiedad y las prebendas adquiridas o por adquirir, en el que cayó el candidato del PAN, no ha terminado entre otras cosas porque los órganos jurisdiccionales encargados de encauzar el conflicto no hicieron bien su tarea, y porque la cumbre del proceso jurídico nacional sigue en calidad de rehén del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se pasea orondo por la arena del litigio político sin tomar nota de las minas explosivas que él mismo sembró al hacerse cómplice de la absurda operación desafuero montada en Los Pinos el año pasado. El Presidente que no acaba de hacer mutis pone su empeño de siempre, mientras que los negociantes hacen cola. Frente a este cuadro bochornoso, de evasión sin tregua de un presente abrumado por el conflicto, los desatinos de la coalición o de su portaestandarte pasan a segundo término, salvo en aquellas mentes estragadas que siempre buscan al victimario en la víctima. El agravio político acumulado lleva a todo tipo de cálculos y reflejos desde el poder, pero no hay manera de salir de este hoyo mediante el descubrimiento de nuevos chivos expiatorios, que al final de la proeza detectivesca acaban todos con un parecido sospechoso con López Obrador. Quizás llegó el tiempo de buscar debajo de la disputa presidencial las raíces de esta infausta situación, que al combinarse con nuevos o larvados desacuerdos sociales, regionales o locales, pueden poner al país en la ruta de terribles colisiones, no virtuales sino reales, sin retorno a la mano. Apenas debajo del desacuerdo político actual, está un sistema político que no fue sensible a los cambios ocurridos en su propia estructura, no pudo dar sentido al reclamo participativo de amplias capas sociales y que en un santiamén se volvió refugio de minorías burocráticas, oligarquías partidistas de opereta y fuente imperturbable de una distribución de recursos públicos que desemboca en el enriquecimiento mayor de minorías detentadoras de la riqueza que no tuvieron otra opción, ni dique, que pretender serlo también del poder político. La tentación plutocrática fue sacralizada engañosamente por el propio sistema político cuya debilidad, fruto de la ingente fragilidad de sus partes, lo hizo fácil presa de la arrogancia de los operadores de la concentración del dinero. Los partidos, así, se volvieron sumisos tributarios de los medios de comunicación de masas y, en general, de la constelación de grupos de interés económico que se dio con alegría a la colonización del Estado mismo. En el subsuelo de este mecanismo de reproducción elemental del poder se encuentra el reloj de arena de la concentración del ingreso y la riqueza que, una vez echada al mar la "anomalía" del autoritarismo posrevolucionario, puso a funcionar sus tiempos seculares hasta llevar a México a la inicua circunstancia de desigualdad sin freno ni esperanza en que hoy está. Antes, le hacíamos homenajes diarios al barón de Humboldt que nos bautizó como la tierra de la desigualdad, pero desde el propio Estado se le oponía el placebo de una justicia social siempre en el horizonte. Ahora, una vez que nos descubrimos globales y adoptamos con extraño sentido de pertenencia el credo neoliberal en su versión más elemental, se decretó el ¡fuera máscaras! (revolucionarias), y se pretendió dar por iniciado el baile de carnaval. El país necesita un ajuste mayor de sus estructuras sociales y sobre todo de sus mentalidades, en especial de las que acompañan a los grupos dominantes que reclaman su derecho de sangre a dirigir. Sin este ajuste no habrá recambio institucional promisorio. Más allá del poder seductor del derecho al modo de los que mandan, está la realidad de la duda y el escepticismo de los que se sienten agraviados por lo que juzgan un engaño y un fraude mayor, que trasciende los procesos debidos de los tribunales porque responde a los núcleos antes escondidos y hoy a flor de tierra de la arrogancia del poder fincado en la desigualdad social. Y este es el punto de partida obligado de cualquier pretensión futurista. Los chistes de mal gusto sobre López Obrador, que ahora inundan los correos y las columnas, le harán el daño buscado. Pero la insensibilidad de nuestras elites de hojalata no podrá encontrar alivio en las justificaciones baratas de los exegetas de ocasión que venden vestiduras para rasgarse cada domingo en la Alameda. Apropiarse del porvenir implica afrontar las imperfecciones molestas del aquí y el ahora. De otra forma, todo es (auto) engaño. [+/-] muestra/oculta esta entrada |